Es una fantasía el pensar que una persona puede obtener acceso seguro a un producto o servicio usando únicamente sus “supuestas” identidades, por medio de elementos como tarjetas magnéticas, contraseñas o datos personales.

Desafortunadamente, estos elementos de acceso pueden ser interceptados, vulnerados o copiados por cualquier persona en cualquier parte del mundo, haciéndose pasar por otra persona.

La realidad es que, hasta ahora, nunca se ha logrado identificar verdaderamente a las personas. Hemos estado dando acceso a personas sin saber realmente quiénes son.

¡Finalmente ha llegado el momento de que esto cambie!