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Se espera que el mercado mundial de biometría sanitaria alcance un valor de 74.080 millones de dólares estadounidenses (68.600 millones de euros) a finales de 2028, según Transparency Market Research..
El informe establece que “La biometría garantiza tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes la seguridad de su información, manteniendo la confidencialidad, proporcionando dicha información sólo a quienes tienen el derecho de acceder a ella”.
También afirma que “las organizaciones sanitarias están invirtiendo en tecnología biométrica para aumentar su seguridad, y mejorar la privacidad y seguridad del paciente, compensando así la enorme cantidad de dinero perdido en fraudes sanitarios”.
En las últimas décadas, la industria global de atención médica ha dejado de depender de los registros en papel para utilizar registros electrónicos (HER), lo que brinda muchos beneficios tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios. Este cambio implica que los centros de atención médica pueden verificar las identidades de los pacientes con precisión y rapidez durante todos los encuentros médicos.
Esto, según algunos expertos, significa pasar de la identificación basada en la biografía (nombre, número de seguro social, fecha de nacimiento, etc.) a una forma de autenticación más segura y confiable: la identificación biométrica.
Una de las razones principales es que la identificación de pacientes y el correcto emparejamiento de estos con sus registros e historial clínico, son dos asuntos apremiantes que la industria de la salud, a escala global, debe abordar con urgencia.
Según Ben Moscovitch, director de proyectos de tecnología de información de salud en Pew Charitable Trusts, “la investigación ha demostrado que hasta la mitad de los registros de los pacientes pueden no coincidir cuando se transfieren de un centro de atención médica a otro”.
“Esto puede perjudicar a los pacientes. Por ejemplo, si un registro indica que un paciente tiene una alergia en particular que no está documentada en el otro registro, y se comparte esa información, al paciente se le puede administrar un medicamento al que es alérgico”, dijo en la sesión Healthcare Lessons from Biometric Technology Use Worldwide, celebrada en marzo de 2020.
Agregó que arreglar cada registro duplicado en el sistema puede costar 96 dólares estadounidenses. dólares (unos 88 euros).
En Estados Unidos un llamativo caso de identificación errónea llevó a una mujer a autorizar la muerte de un extraño al que confundieron con su hermano.
Todo comenzó el 15 de julio, cuando Freddy Clarence Williams, de 40 años, ingresó en el St. Barnabas Hospital en el Bronx (Nueva York, EEUU), inconsciente por una aparente sobredosis de drogas. Tenía con él su tarjeta del Seguro Social que lo identificaba con ese nombre.
El hospital llamó a Shirell Powell para decirle que Frederick Williams, su hermano, también de 40 años, estaba al borde de la muerte. Se trasladó rápidamente al hospital para encontrar que el hombre que yacía en la cama del hospital estaba intubado y tenía un collarín.
“Estaba un poco hinchado… [Pero] se parecía mucho a mi hermano. Desde el momento en que lo trajeron al hospital no podía hablar. Simplemente asumieron que era mi hermano”. Pero no era así.
Tras dos días de pruebas, los médicos dijeron que el hombre estaba en muerte cerebral. Fue solo después de haber dado su consentimiento para quitarle el soporte vital a la persona que estaba en el hospital, que Shirell se enteró de que su verdadero hermano estaba en la cárcel. Había sentenciado a muerte a un extraño.
En otro caso, también en Estados Unidos, un paciente recibió un tratamiento de quimioterapia designado para otro. En el mostrador del hospital, la enfermera responsable confirmó la pulsera de identificación del paciente antes de que le fuera administrado el tratamiento. El nombre coincidía pero la fecha de nacimiento no. Por su parte, el paciente confirmó que era su nombre pero no se dio cuenta de que la fecha era incorrecta.
Lo que la enfermera ignoraba era que había otro paciente con el mismo nombre y apellido registrado en la base de datos del hospital. Como resultado, al hombre se le administró un tratamiento erróneo y, aunque tuvo unos efectos adversos mínimos, demandó al hospital y el jurado le dio la razón.
La biometría ofrece una forma más segura y sencilla de identificar de forma inequívoca a las personas utilizando patrones biológicos únicos, como la cara, la voz, las huellas dactilares, el iris. Por lo tanto, aunque todavía no está ampliamente implementada, la biometría se está utilizando en la industria de la salud para resolver problemas de coincidencia e identificación de pacientes.
La biometría también evita que los datos sean copiados o usados de manera fraudulent. Con la autenticación biométrica, todo lo que un individuo necesita es a sí mismo. Por lo tanto, la identificación de pacientes mediante biometría garantiza que la atención se brinda a la persona adecuada, lo que lleva a un entorno más seguro y efectivo.
En resumen, el uso de la biometría en la industria de la salud puede conducir a:
• Mejorar y tener índices maestros de pacientes más limpios
• Reducir los duplicados en los registros de salud
• Reducir el riesgo de tratar al paciente equivocado
La biometría también es una solución adecuada para los portales de telemedicina, que se están volviendo cada vez más populares entre los pacientes en la post pandemia. La telemedicina permite recibir atención médica sin abandonar la seguridad del hogar y ha demostrado ser un método muy efectivo para ofrecer y acceder a servicios médicos en áreas remotas.