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El fraude de identidad es un crimen que se ha disparado en los últimos años, impulsado por la digitalización masiva y el aumento de las transacciones online.
Según el Informe de Fraude 2024 de Javelin Strategy & Research, en 2023, aproximadamente 33 millones de personas fueron víctimas de fraude de identidad solo en los Estados Unidos, con una pérdida total de 52 mil millones de dólares. Esta cifra incluye tanto fraudes directos (como el robo de tarjetas de crédito) como fraudes indirectos, como los gastos ocultos derivados de la reparación del daño.
Aunque es fácil centrarse en las pérdidas inmediatas, como el dinero robado de cuentas bancarias o tarjetas de crédito, los costos ocultos son igualmente significativos.
Estos incluyen:
El fraude de identidad no solo afecta a las personas, sino que también tiene graves repercusiones en las empresas.
Según el Cost of data breach 2024 de IBM, el costo promedio de una brecha de seguridad en una empresa debido a un robo de identidad es de aproximadamente 4,8 millones de dólares.
Además, se estima que las empresas tardan un promedio de 287 días en detectar una brecha de seguridad, lo que significa que las pérdidas se acumulan durante un largo período de tiempo.
La confianza es el pilar fundamental de cualquier relación comercial, y el fraude de identidad erosiona esa confianza rápidamente.
Si un cliente siente que su información personal está en riesgo, es probable que se aleje de la empresa afectada y busque alternativas más seguras.
Un estudio de Accenture encontró que el 83% de los consumidores cambiarían de proveedor si sienten que sus datos no están protegidos adecuadamente.
En este contexto, B-FY emerge como una solución eficaz para mitigar los riesgos de fraude de identidad. A diferencia de los sistemas tradicionales, B-FY no depende de contraseñas o datos sensibles como números de tarjetas o direcciones de correo electrónico.
En su lugar, utiliza una tecnología avanzada de autenticación biométrica para verificar la identidad de una persona de manera rápida y segura, sin almacenar ni procesar información personal.
B-FY ofrece un proceso de autenticación sin fricción para validar a la persona que está interactuando con la plataforma. Lo que hace única a la tecnología B-FY es su capacidad para realizar esta validación sin comprometer la privacidad.
En lugar de almacenar datos sensibles, B-FY utiliza un sistema de verificación en tiempo real que garantiza la autenticidad sin generar riesgos adicionales.
Este enfoque innovador ofrece varias ventajas:
El fraude de identidad no solo es un problema económico, sino también un desafío para la confianza y la seguridad en el mundo digital. A medida que la tecnología avanza, también lo hacen las tácticas de los ciberdelincuentes, por lo que la adopción de soluciones innovadoras es más crucial que nunca.
Con herramientas como B-FY, las empresas pueden proteger mejor a sus clientes y prevenir los costosos efectos del fraude de identidad, manteniendo la integridad de las relaciones comerciales y personales.
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