Los costes ocultos del fraude de identidad y cómo evitarlos

El fraude de identidad no solo deja huellas evidentes en el balance financiero, sino que también acarrea una serie de costos ocultos que pueden ser igualmente devastadores. Estos costos incluyen desde el tiempo invertido en resolver el problema hasta el daño irreversible a la reputación de las empresas.

El fraude de identidad es un crimen que se ha disparado en los últimos años, impulsado por la digitalización masiva y el aumento de las transacciones online.  

Según el Informe de Fraude 2024 de Javelin Strategy & Research, en 2023, aproximadamente 33 millones de personas fueron víctimas de fraude de identidad solo en los Estados Unidos, con una pérdida total de 52 mil millones de dólares. Esta cifra incluye tanto fraudes directos (como el robo de tarjetas de crédito) como fraudes indirectos, como los gastos ocultos derivados de la reparación del daño. 

Costos directos vs. costos indirectos 

Aunque es fácil centrarse en las pérdidas inmediatas, como el dinero robado de cuentas bancarias o tarjetas de crédito, los costos ocultos son igualmente significativos.  

Estos incluyen: 

  • Costos de recuperación: Desde las tarifas de abogados hasta el tiempo invertido en la resolución de fraudes, el proceso puede ser largo y costoso. 
  • Pérdida de reputación: Para las empresas, un incidente de fraude de identidad puede causar un daño significativo a su reputación, resultando en una pérdida de confianza por parte de los clientes y, en consecuencia, disminución de las ventas. 
  • Impacto emocional: Las víctimas del fraude de identidad también experimentan un estrés emocional considerable. La preocupación constante por la seguridad financiera y la pérdida de la confianza en las plataformas digitales puede tener efectos a largo plazo en la salud mental de las personas. 

 

 

El fraude de identidad en el mundo empresarial 

El fraude de identidad no solo afecta a las personas, sino que también tiene graves repercusiones en las empresas.  

Según el Cost of data breach 2024 de IBM, el costo promedio de una brecha de seguridad en una empresa debido a un robo de identidad es de aproximadamente 4,8 millones de dólares.  

Además, se estima que las empresas tardan un promedio de 287 días en detectar una brecha de seguridad, lo que significa que las pérdidas se acumulan durante un largo período de tiempo. 

¿Cómo afecta esto a la relación con el cliente? 

La confianza es el pilar fundamental de cualquier relación comercial, y el fraude de identidad erosiona esa confianza rápidamente.  

Si un cliente siente que su información personal está en riesgo, es probable que se aleje de la empresa afectada y busque alternativas más seguras.  

Un estudio de Accenture encontró que el 83% de los consumidores cambiarían de proveedor si sienten que sus datos no están protegidos adecuadamente. 

B-FY y su tecnología innovadora 

En este contexto, B-FY emerge como una solución eficaz para mitigar los riesgos de fraude de identidad. A diferencia de los sistemas tradicionales, B-FY no depende de contraseñas o datos sensibles como números de tarjetas o direcciones de correo electrónico.  

En su lugar, utiliza una tecnología avanzada de autenticación biométrica para verificar la identidad de una persona de manera rápida y segura, sin almacenar ni procesar información personal. 

B-FY ofrece un proceso de autenticación sin fricción para validar a la persona que está interactuando con la plataforma. Lo que hace única a la tecnología B-FY es su capacidad para realizar esta validación sin comprometer la privacidad.  

En lugar de almacenar datos sensibles, B-FY utiliza un sistema de verificación en tiempo real que garantiza la autenticidad sin generar riesgos adicionales. 

Este enfoque innovador ofrece varias ventajas: 

  • Prevención del robo de identidad: Al usar métodos biométricos, se elimina la posibilidad de que los estafadores obtengan acceso mediante el robo de contraseñas o la suplantación de identidad. 
  • Privacidad garantizada: La tecnología de B-FY asegura que no se almacenen datos sensibles, protegiendo tanto a los usuarios como a las empresas de posibles filtraciones de datos. 
  • Experiencia sin fricciones: Los usuarios pueden completar su proceso de autenticación de manera rápida y sin esfuerzo, lo que mejora la experiencia general y reduce la posibilidad de abandono. 

 

El fraude de identidad, un desafío en evolución 

El fraude de identidad no solo es un problema económico, sino también un desafío para la confianza y la seguridad en el mundo digital. A medida que la tecnología avanza, también lo hacen las tácticas de los ciberdelincuentes, por lo que la adopción de soluciones innovadoras es más crucial que nunca.  

Con herramientas como B-FY, las empresas pueden proteger mejor a sus clientes y prevenir los costosos efectos del fraude de identidad, manteniendo la integridad de las relaciones comerciales y personales. 

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