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La tecnología biométrica se ha posicionado como una solución efectiva en la gestión de identidad y acceso, ofreciendo mayor seguridad y comodidad para los usuarios. Sin embargo, recientes decisiones regulatorias, como la del Comité Europeo de Protección de Datos, han restringido el uso de sistemas biométricos centralizados en el ámbito laboral.
Así, las empresas se ven obligadas a adaptar sus métodos de registro de jornada laboral para cumplir con estas nuevas regulaciones.
Por su parte, la Agencia Española de Protección de Datos ha proporcionado orientación para ayudar a las empresas a cumplir con las nuevas regulaciones. Entre los requisitos destacan la minimización de datos y la necesidad de circunstancias específicas para justificar el uso de sistemas biométricos.
Además, establece entre sus conclusiones que:
“Entre las medidas recomendables para minimizar el riesgo se encuentran:
La utilización de tecnologías biométricas debería basarse en utilizar dispositivos bajo el control exclusivo de los usuarios.
Es recomendable que la toma de los datos se realice de forma consciente por el individuo, e incluso con la exigencia de una acción positiva para iniciar el procesamiento de datos biométricos
Preferentemente no debería emplearse un almacenamiento centralizado de las plantillas biométricas.”
Ante este escenario, soluciones descentralizadas como la de B-FY se presentan como una alternativa prometedora, alineada con las nuevas normativas que priorizan la privacidad de los usuarios.
En un mundo digital en constante evolución, la Gestión de Identidad y Acceso (IAM) se ha convertido en un componente esencial de las operaciones empresariales modernas. La creciente amenaza de ciberataques y la necesidad de cumplir con regulaciones de privacidad de datos han impulsado la búsqueda de soluciones innovadoras, entre las cuales la tecnología biométrica ha surgido como un pilar fundamental.
A pesar de las ventajas que ofrece la autenticación biométrica, enfrenta desafíos significativos que requieren la implementación de mejores prácticas para garantizar la seguridad y la privacidad de los usuarios. Entre estos desafíos se encuentran las evaluaciones periódicas de riesgos y el almacenamiento seguro de datos biométricos.
En B-FY, nos comprometemos a proteger la identidad de las personas mediante una solución de autenticación biométrica descentralizada. Tal como establece la AEPD en las conclusiones antes citadas de su GUÍA SOBRE TRATAMIENTOS DE CONTROL DE PRESENCIA MEDIANTE SISTEMAS BIOMÉTRICOS, nuestro sistema no almacena datos biométricos en servidores centrales, el usuario realiza la acción de registro proporcionando su dirección de email y número de teléfono y, además, la solución de B-FY sólo utiliza los datos biométricos almacenados en el dispositivo móvil del usuario, por lo que estos siempre permanecen bajo su control, garantizando así la privacidad y la seguridad de los datos.
La descentralización biométrica ofrece múltiples ventajas tanto para las empresas como para el usuario final, entre ellas:
Mayor seguridad: Al evitar el almacenamiento centralizado de datos, se reduce el riesgo de violaciones de seguridad.
Privacidad mejorada: Los usuarios mantienen el control total sobre sus datos biométricos, mitigando preocupaciones sobre el uso indebido de la información.
Cumplimiento normativo: La descentralización biométrica se alinea con las nuevas regulaciones de protección de datos, como la reciente decisión del Comité Europeo de Protección de Datos.
Así, la descentralización biométrica emerge como una solución innovadora y segura en la gestión de identidad y acceso, ofreciendo una alternativa viable frente a los desafíos regulatorios y priorizando la privacidad y seguridad de los usuarios.
En un entorno empresarial cada vez más enfocado en la protección de datos, soluciones como la de B-FY son fundamentales para garantizar la seguridad y la privacidad en la autenticación biométrica, cumpliendo en todo momento con las disposiciones regulatorias europeas y españolas.
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